jueves, 16 de septiembre de 2010

Tengo que pensar, pero en vez de ello... Sólo puedo cerrar los ojos y sonreír con el corazón.

Estaba dispuesta a ponerme a escribir una historia que debo presentar a un concurso (concurso literario, amistoso). Sin embargo, he entrado en un blog y una música me ha invadido. Me ha gustado. Tiene una melodía bonita, unos acordes en la guitarra preciosos, la letra me gusta, y... no sé, me apetecía en ese momento. Me ha amansado, y ahora estoy completamente tranquila y pensando en esa canción.
Ya la conocía de antes. Pero hasta ahora no me había fijado en lo bonita que es..., aunque en realidad no tiene nada especial.


Grita

Hace días que te observo
y he contado con los dedos
cuantas veces te has reído
una mano me ha valido.
Hace días que me fijo
no sé que guardas ahí dentro
y a juzgar por lo que veo
nada bueno, nada bueno.

De qué tienes miedo
a reír y a llorar luego
a romper el hielo
que recubre tu silencio.
Suéltate ya y cuéntame
que aquí estamos para eso
pa' lo bueno y pa' lo malo
llora ahora y ríe luego.

Si salgo corriendo, 
tú me agarras por el cuello
y si no te escucho, ¡grita!
Te tiendo la mano,
tu agarras todo el brazo,
y si quieres más pues, ¡grita!


Hace tiempo alguien me dijo
cual era el mejor remedio
cuando sin motivo alguno
se te iba el mundo al suelo.
Y si quieres yo te explico
en que consiste el misterio
que no hay cielo, mar ni tierra
que la vida es un sueño.

Si salgo corriendo, 
tú me agarras por el cuello
y si no te escucho, ¡grita!
Te tiendo la mano,
tu agarras todo el brazo,
y si quieres más pues, ¡grita!

Grita.

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