(Antes que nada, quisiera advertir a los cristianos: estáis entrando en un terreno peligroso, sobretodo si no os gusta que intenten desmontar vuestra fe. Mil perdones a los que se ofendan por el texto que he escrito. Quería colgarlo aquí porque me gusta el resultado). La información y los datos están sacados de Zeitgeist, the movie. Sin embargo la redacción está hecha por mí misma. ¿Qué pretendo colgando esto? Sólo abrir un poco los ojos a los demás. Y luego que cada uno lo juzgue por sí mismo.
Si Dios existe, ¿por qué la pobreza, el hambre y la guerra nos asolan desde tiempos inmemoriales?
Esta pregunta sería rebatida por un cristiano con el argumento de que es nuestro castigo por algún pecado cometido anteriormente, o que, aunque no entienda las razones, Dios siempre las tiene y se debe creer en sus acciones con un acto de fe.
Ninguna de estas respuestas me ha parecido nunca satisfactoria, y lo único que han conseguido es sembrar más dudas y recelos.
Hace un tiempo, vi un documental que decía con tono de burla:
“Cuando hablamos de estupideces, enormes estupideces, estupideces de ligas mayores, debes pararte de miedo ante el campeón de todos los tiempos de falsas promesas y exagerados proclamos: la religión. ¡Piénselo! La religión ha convencido a la gente de que hay un hombre invisible que vive en el cielo y que observa atentamente cada día lo que haces: ¡cada instante de cada día! Y ese hombre invisible tiene una lista especial de diez cosas que no quiere que hagas. Y si haces alguna de esas 10 cosas, tiene un sitio especial, lleno de fuego..., y humo, y personas que se queman, lleno de tortura y angustia, donde te enviará para que vivas y sufras y te quemes y te ahogues y grites y llores, ¡por siempre y para siempre hasta el final de los tiempos!
Pero… ¡TE AMA!”
Zeitgeist (2007)
Lo cierto es que la religión cristiana nunca me ha convencido. Pero entonces, ¿de dónde sacaba la Biblia todos los detalles sobre la vida de Jesús? La respuesta a esa pregunta me pareció divertida. Resulta que indagando sobre otras religiones, descubrí que la historia se repetía en innumerables ocasiones. Por poner un ejemplo, el Dios Horus del año 3000 AC (Egipto) representa el Sol, y al igual que Jesús, había nacido el 25 de diciembre. Y las coincidencias no terminan ahí: su madre era la virgen Isis-Meri, y el día de su nacimiento fue acompañado por la estrella del este, que guió a los Tres Reyes para adorarlo y rendirle homenaje. A los 12 años, Horus fue maestro, y a los 30 fue bautizado por Anup. Hizo milagros como caminar sobre el agua y curar a los enfermos, fue conocido como “La verdad”, “La luz”, “El Sagrado Hijo de Dios”, “El Buen Pastor”, “el Cordero de Dios”, etc. Tuvo 12 discípulos, fue traicionado por Typhon y crucificado, y enterrado por 3 días tras los cuales resucitó.
¡Sorprendente! ¿Os recuerda a algo esta historia? Se repite en el caso de Attis, Grecia, del 1200 a.C, y de Mithra, Persia, del 1200 a.C, Krishna, India, 900 a.C y una lista de muchísimos dioses más.
La figura de Jesucristo, igual que la de Horus, Krishna, Mithra y todos los demás, no representa otra cosa que el Sol.
La estrella del este es Sirio, la más luminosa del cielo nocturno que el 24 de diciembre se alinea con las tres más brillantes del cinturón de Orión, llamadas los Tres Reyes. Las cuatro apuntan al lugar donde el Sol sale el 25 de diciembre. Eso explica por qué los Tres Reyes siguen a la estrella del este con el objetivo de encontrar el lugar del nacimiento del Sol. La virgen María es la constelación Virgo, también conocida como “Virgo la virgen”. El antiguo símbolo de la virgen es una “M” modificada. Es la razón por la que el nombre de María –igual que las otras madres vírgenes como Myrra de Adonis y Maya de Buda–, empieza por M.
Virgo es también llamada “la casa del pan”, y la representación de Virgo es una virgen con un haz de trigo. Belén se traduce literalmente como “Casa del Pan”. Por lo tanto Belén es una referencia a la constelación Virgo.
Del solsticio veraniego al invernal, los días son más cortos y fríos. Desde la perspectiva del hemisferio norte, el Sol parece que se mueva hacia el sur volviéndose cada vez más pequeño, acortándose los días y llegando el fin de las cosechas. Con su llegada, el solsticio invernal simboliza el proceso de la muerte. “La muerte del Sol”.
Como el Sol se mueve hacia el sur continuamente por 6 meses, el 22 de diciembre es también el día en el que se encuentra en el punto más bajo. Y ocurre una cosa extraña: el Sol deja de moverse hacia el sur por 3 días (22, 23, 24). Durante esos tres días, el Sol reside en las vecindades de la constelación de la cruz solar, conocida como “Cruz del sur”.
Después, el 25 de diciembre, el sol se mueve un grado al norte, llevando días más largos, el calor y la primavera. Por tanto se dijo que el Sol había sido muerto sobre la cruz durante 3 días y había resucitado. Eso explica por qué Jesús y tantos otros dioses del Sol comparten la crucifixión, la muerte por 3 días y el concepto de resurrección. Pero no lo celebraron hasta el equinoccio de primavera o Pascua, porque en el equinoccio de primavera, el Sol derrota la fuerza de las tinieblas y el día se vuelve más largo en duración, y la vegetación renace.
Lo más obvio es lo que concierne a los 12 discípulos. Son las 12 constelaciones del Zodíaco, y Jesús, siendo el Sol, viaja con ellas. Jesús aparece constantemente representado sobre una cruz con un círculo dentro, que es la representación pagana de la cruz del Zodíaco. Y en el lugar donde esta Jesús, con su corona de espinas en la cruz del Zodíaco, está el Sol, con sus rayos de sol o corona de espinas. En realidad, la Biblia es un libro lleno de metáforas referentes a la astrología.
“La religión Cristiana es una parodia de la adoración del Sol, en la cual se puso a un hombre al que llamaron Cristo en el lugar del Sol, y le ofrecieron la adoración que originalmente se ofrecía al Sol”.
Thomas Paine (1737-1809)
Pero… por supuesto, Dios creó así los movimientos del Sol y las demás religiones para sembrar confusión y para poner a prueba nuestra fe… ¿o puede que no?
