sábado, 30 de abril de 2011

Party & CO

Si hay algo que odio, es que un rato de entretenimiento se convierta en un infierno. He venido expresamente para estar bien con las personas que quiero, y para jugar todos juntos a alguna cosa. Y me sabe muy mal el resultado: a la mínima X saltaba para recriminarme algo, para aclarar normas del juego que parecían inventadas, y para favorecer más a su equipo que al mío. Pero en plan agresivo. Y no me gusta nada, porque se termina con malos rollos, por mucho que intente dialogar. Para eso, paso de jugar. Para eso, recojo las cosas y me voy.

Odio que nadie me crea cuando soy sincera. Es de las cosas que más me afectan. ¡Me parece tan triste que no tengan confianza! Porque yo hablo de buena voluntad, intentando hacerme entender, pero no se pone en mi lugar. En su mente no cabe la comprensión. Y no me gusta, porque pensaba que al menos podría apreciar la verdad en mis ojos. Por lo visto está cegado. Y me apena mucho.

martes, 26 de abril de 2011

Hallelujah

No es un poema, ni poesía. Más bien una letra a un a canción combinada con trozos en que se recita. Lo he hecho expresamente para un concurso, pero me apetecía colgarlo aquí. Hay que escuchar la música a la vez que se lee, ¡que si no es un truño!


Hallelujah

1. 0:02 [recitado]
Querida madre:

El silencio se cierne

    sobre los pesados cuerpos.

    2. 0:10
    Querida madre mía:
    me siento muy, muy mal
¿puedes tú brindarme
la esperanza perdida
?

Almas en pena recogen

    los tristes muertos en vida,
cuyos rostros se contraen
    en mudos gritos de victoria.

3. 0:39
"Mañana será un nuevo día",
grito al cielo;
"mañana será un nuevo día,
y borrará las heridas del ayer."

Pero aun así, despierto
hundo las manos en el mar de la tristeza
[recitado]
y me digo: "es cierto,
he matado un hombre.
"

4. 1:14
Mamá: 
hemos ganado la guerra.
Pero en mi propio mundo de dolor,
soy perdedor, cautivo y asesino.

"Mañana será un nuevo día",
grito al cielo;
"mañana será un nuevo día,
y borrará las heridas del ayer."

Pero entonces, ¿qué sentido
tiene luchar, si perder
siempre se pierde?

Mi alegría es amarga 
y mi victoria sin razón.

5. 2:03
Siento que me hundo, madre.
Ya nada tiene sentido para mí:
los gritos de los muertos
no me dejan vivir.

"Mañana será un nuevo día",
grito al cielo;
"mañana será un nuevo día,
y borrará las heridas del ayer."

6. 2:35
[recitado]

    El silencio se cierne sobre 
    los pesados cuerpos.


2:42

Me reuniré con ellos.

domingo, 3 de abril de 2011

Momentos con sabor

A veces las personas que están a mi alrededor me sorprenden. Tienen en cuenta algunos detalles sobre mí justo en un momento en que ya no me sirven, y me da muchísima pena, pero a la vez me parece muy bonito. Cada vez que me sucede, se me sobrecoge el corazón y experimento una extraña sensación: una mezcla de agradecimiento, tristeza inconsolable, alegría y risa. Me gusta cuando sucede, pero me apena mucho. Además, siempre que me pasa algo así, me acuerdo de todas las demás veces que me ha pasado. Es extraño, por lo que he recopilado algunas anécdotas que me han hecho experimentar esa sensación:


De pescadillas  
Letra en cursiva: mi madre. Letra normal: yo. 
-No me gusta este pescado.

-Entonces dime cuál te gusta y te lo compraré, ¡si no, no sé qué te gusta!

-Pues no sé cómo se llama, pero son unos pescaditos muy pequeños, arrebozados, de esos que se puede morder la cola... ¡Están muy buenos! 
Al día siguiente me trajo una pescadilla, enorme. 
-¡Mamá! ¡Pero si es gigante! Yo te dije que me gustaban los pescaditos pequeños, ¡y arrebozados!

-Dijiste que te gustaba que se mordiera la cola, así que pensé que te referías a este. ¡Lo he cocinado todo el rato vigilando que no se le escapara la cola de la boca, porque así es como te gusta! 
Yo me refería a que me gustaban los que tenían la cola tan arrebozada que quedaba crujiente y comestible.
Me dio pena por la pescadilla, por el detalle que había tenido mi madre al cocinarlo con esmero "para que no se le escapara la cola de la boca", el no comer mis pescaditos,... ¡Todo un torrente de emociones! Lo único que pude hacer fue echarme a reír y decir ¡pobre pescadilla! La verdad es que me horrorizó verla con aquella cara de sufrimiento y la cola metida en la boca.

De la nonna  
En la casa donde estoy viviendo ahora -en Italia-, vive también una abuela, la nonna. Casi nunca habla mucho, no suele dar su opinión. Resulta que yo siempre bebo en un vaso pequeñito, muy mono, que tiene un dibujo negro y azul de un gato espachurrado y unas letras que dicen "Oh la lá". La nonna se fijó en ese detalle y me preguntó que por qué lo cogía siempre, así que le respondí que me gustaba mucho. 
Al día siguiente, me llamó para ir a comer y vi el vaso de Oh la lá en la mesa. Pensé que estaba sucio, así que lo puse en el lavavajillas y cogí un vaso limpio cualquiera para beber. Al acabar, la nonna me preguntó que por qué no lo había cogido. Le dije que pensaba que estaba sucio, ella se rió y me dijo que lo había lavado expresamente para mí. ¡Ése sí que fue un momentazo!

¿Ya sabéis a qué momentos me refiero? Son esas chorraditas que me parecen tan grandes y me parten el corazón.


PD: He (re)remodelado el blog. Creo que me quedo con éste. El anterior no me cuadraba, y al final he acabado con un estilo similar al de hpk y s1969.